Bueno, retomamos este caso práctico tras haber encontrado (creo) la respuesta que me faltaba para Las Cinco Preguntas de la primera entrega: ya sé cuál será el Factor Omar.
La mierda siempre resbala para abajo. Bueno, los problemas también pueden llegar a los gangstas encarnados en una guerra que no es la suya, pero a la que se ven arrastrados. Una de las grandes redes de narcotraficantes que les surten entra en guerra con una organización rival. Los gangstas locales se ven obligados a devolver ciertos favores y por eso se pringan en la mierda; o quizá es que a cambio de ciertas acciones violentas sus suministradores les perdonen alguna deuda. De esta manera, tenemos conflicto para los gangstas y también se nos abren muchas posibilidades para introducir tramas secundarias en la temporada. Unas tramas de las que podemos disponer como mejor nos venga: si vemos que los gangstas tienen bastante de lo que ocuparse con los polis o con las aventuras que generen los propios PJs, podemos finiquitar la guerra en las altas esferas; si vemos que se aburren, podemos potenciar este conflicto.
Hay otra posibilidad para el Factor Omar, aunque está bastante relacionada con la primera. La, ejem, inspiración me vino ayer, viendo un capítulo de la segunda temporada de The Wire, así que si continúas leyendo a lo mejor te reviento alguna cosilla. O sea, que cuidado que viene algún pequeño spoiler.
Las cosas en el bando de los gangstas pueden ponerse feas por cierto problema con el suministro de mercancía. Puede deberse a múltiples factores: que el contacto entre banda y traficantes haya acabado entre rejas, que la DEA haya sido más efectiva de lo habitual y haya pillado un alijo en el puerto, que los estibadores estén con la mosca tras la oreja y cierren el grifo temporalmente... El caso, que no hay mierda para vender. Si eres el jefazo de una organización de camellos y no tienes droga para tu clientela, tienes un problema. Un problema muy serio.
Acabado el spolier, pues nada, ya puedo seguir con la escritura del caso práctico. Eso será en otra entrada del blog. Por cierto, le he cambiado la cabecera (la inspiración vino de la mano de JMPR) y puse imágenes en el primer post de este experimento, que cuesta digerir un tocho de ese calibre sin algo que te distraiga la vista.
Disfruten.
Para sacar ideas no se si has visto la serie Sons of Anarchy que igual te puede servir para acabar de darle los toques finales a tu idea.
ResponderEliminarSí, he visto algunos capítulos. No ha llegado a engancharme ni de lejos como The Wire, aunque no estaba mal. Gracias por el apunte, Haco.
ResponderEliminarA mi tampoco me ha enganchado tras 3 o 4 capítulos pero lo sugería por la temática!!
ResponderEliminarHum, la temática de bandas de moteros puede dar mucho juego, efectivamente. Sin embargo, y esto quizá sea un cliché mío, ese tipo de organizaciones siempre me han parecido algo bastante más apropiado en zonas rurales, o en zonas urbanas pequeñas como mucho. Eso me parece su ambiente natural. Meterlas en el centro de una gran ciudad como Los Ángeles, siendo un personaje activo en las tramas que voy pergeñando, no acaba de pegarme.
ResponderEliminarOjo, que no digo que no haya bandas de moteros activas en LA u otras ciudades; simplemente a mí no me cuadran con el concepto que manejo. Además, hay una enorme cantidad de fuentes de las que se pueden beber: los propios gangstas, los polis, los políticos, el puerto, los sindicatos, los medios de comunicación...
Lo dicho, Haco, que muchas gracias por el consejo, de verdad, aunque creo que para esta historia no emplearé las bandas de moteros. Ahora, las tendré en cuenta por si me solucionan alguna papeleta.
Saludetes.