El Silencio termina
Durante casi 600 años la Humanidad ha ido recuperándose lentamente de las consecuencias del Grito. Muchos mundos fronterizos han caído en la barbarie y las guerras balcanizadas. Esos "mundos perdidos" cuentan con suficientes recursos para mantener la agricultura y la vida, pero carecen de los combustibles fósiles o radioactivos necesarios para impulsar la tecnología moderna. Algunos incluso han olvidado sus orígenes o han caído en la niebla de las leyendas y los mitos.
Otros mundos han sido más afortunados. Sus planetas tuvieron suerte al contar con los recursos necesarios para mantener un nivel una tecnología de un nivel un tanto rudimentario, pero dispuesto al fiin y al cabo. Las plantas de fusión son más aparatosas que la pretech que existía antes del Grito y la tecnología médica no funciona tan mal cuando es capaz de proporcionar a su población hasta cien años de biuena salud antes de fallecer. Aún así, estos mundos han logrado desarrollar métodos para apañarse sin las disciplinas esotéricas de los fabricadores psi y, a medida que mejora lentamente su tecnología, también lo hace la producción de naves con motor de salto. Esta "postech" puede ser inferior, pero tras el Silencio al menos puede replicarse de una manera que la pretech no.
Unos pocos mundos han logrado redescubrir las técnicas básicas de la educación psíquica. Las técnicas asombrosamente sutilies y sofisticadas necesarias para recrear las viejas factorías de pretech aún permanecen perdidas, pero estas nuevas academias son al menos capaces de enseñar a sus aumnos cómo canalizar sus poderes de maneras relativamente seguras y útiles. Algunos mundos guardan estos secretos con celo, pero otros pueden obtener pingües ingresos del entrenamiento de psíquicos extranjeros enviados por los mundos vecinos. Unas pocas academias desarrollan su actividad sin ningún tipo de intromisión gubernamental y enseñan sus secretos a cualquiera que tenga el dinero suficiente o con quien compartan una ideología similar.
Alrededor de los mundos más poderosos se empiezan a formar dominios estelares. Enviar más de unas pocas decenas de miles de tropas a un mundo cercano sigue estando más allá de la capacidad de la mayoría de planetas, por lo que estos dominios emergentes tienden a ser confederaciones informales de mundos con mentalidades similares, o bien colonias de población escasa controladas con mano de hierro por una potencia cercana mucho más grande y poderosa. La mayoría de dominios permanecen unidos por el pegamento de la ideología y los beneficios comerciales, y las escaramuzas fronterizas son cada vez más comunes entre los imperios espaciales contiguos.
Los vecinos alienígenas no han permanecido ociosos dirante el Silencio. Parece que el Grito ha afectado a otras especies psíquicamente activas con la misma gravedad que a la Humanidad, pero las especies que no resultarons ser tan vulnerables se han expandido en el espacio humano en varios puntos de la frontera. Algunas incluso han llegado tan lejos como para tomar el control de mundos humanos. En unas pocas regiones desafortunadas del espacio humano, sectores enteros han sido conquistado por potencias alienígenas.
Ahora, en el año 3200, la frágil red de comercio interestelar está recompuesta y se ha retomado la exploración. Incontables mundos permanecen encerrados en la oscuridad del Silencio, esperando a avezados comerciantes o incansables exploradores que les ayuden a volver al abrazo de la Humanidad interestelar. Y si esas gentes aguerridas se merecen ser recompensadas con la riqueza de antiguos objetos y datos que llevan largamente atrapados en esos mundos, ¿quién podría decir que no se lo merecen?
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viernes, 3 de agosto de 2018
Estrellas incontables - Ambientación VIII
El Grito y el Silencio
En 2665 una gigantesca ola de energía metadimensional barrió el espacio humano. Las naves con motor de salto que se encontraban en el metaespacio resultaron destruidas instantaneamente. En lo que dura un parpadeo, todos los psiónicos del espacio humano sufrieron las consecuencias de una quemadura psíquica catastrófica. La mayoría murió en el mismo momento, mientras que los pocos que sobrevivieron quedaron atrapados en el delirio de una locura incurable.
Investigaciones posteriores ubicaron el origen de este "Grito" en algún lugar de la Nebulosa del Velo, pero no quedan registros de que se descubriera nada más sobre el suceso. Demasiadas cosas se colapsaron con demasiada rapidez como para que resultara viable enviar ningún tipo de expedición de exploración. La Humanidad se quedó en un instante sin recursos psíquicos. Sin mentores supervivientes, las nuevas generaciones de psíquicos no podían obtener formación; para ello antes había que reconstruir todo el laborioso corpus de investigación de la Autoridad Psíquica, que acababa de ser destruida. Llevaría generaciones que surgieran mentores operativos entre quienes habían nacido con capacidades psíquicas.
No había tiempo para reproducir el entrenamiento necesario. Los Portales de Salto estaban muertos y los mundos del núcleo humano se derrumbaron con ellos. Las incontables colonias que dependían del género producido por los mundos agrícolas quedaron abocados a la hambruna en cuestión de meses. La gente, desesperada, asaltó los astilleros estelares; las convulsas luchas para hacerse con los pocos motores de salto que quedaban acabó con las instalaciones destruidas. Con la limitada capacidad de carga de las naves con motor de salto era imposible alimentar a mundos con millones de habitantes; sólo los Portales de Salto y sus enormes y lentos cargueros podían transportar la carga necesaria, pero estas naves eran demasiado grandes como para ser movidas con motores de salto... y de nada habría servido, porque pese a ello no habrían podido viajar con la velocidad necesaria.
Los ecos del desastre avanzaban. Las regiones fronterizas eran demasiado pobres y primitivas como para permitirse Portales de Salto, así que los mundos que quedaban en los bordes del espacio humano se vieron obligados a suministrar ellos mismos alimento y demás bienes a su población Algunos de estos mundos confiaron en pequeños cargamentos de suministros vitales que trajeron desde los mundos del núcleo. Estos desafortunados planetas perecieron cuando lo hicieron sus mundos metrópolis. Otros eran algo más autosuficientes, pero de entre ellos eran pocos los que contaban con los recursos necesarios para construir por su cuenta naves con motor de salto. Aquellos que sí podían hacerlo se esforzaron en ello, ya que su psitech quedó totalmente inútil y sus cargamentos de componentes vitales desde los planetas del núcleo se detuvieron.
El espacio humano había quedado reducido a un caos de mundos aislados. El viaje interestelar quedó limitado al puñado de naves con motor de salto cuyo mantenimiento a duras penas podía realizarse saqueando piezas de repuesto de otras naves y astilleros espaciales medio abandonados. Había comenzado el Silencio.
En 2665 una gigantesca ola de energía metadimensional barrió el espacio humano. Las naves con motor de salto que se encontraban en el metaespacio resultaron destruidas instantaneamente. En lo que dura un parpadeo, todos los psiónicos del espacio humano sufrieron las consecuencias de una quemadura psíquica catastrófica. La mayoría murió en el mismo momento, mientras que los pocos que sobrevivieron quedaron atrapados en el delirio de una locura incurable.
Investigaciones posteriores ubicaron el origen de este "Grito" en algún lugar de la Nebulosa del Velo, pero no quedan registros de que se descubriera nada más sobre el suceso. Demasiadas cosas se colapsaron con demasiada rapidez como para que resultara viable enviar ningún tipo de expedición de exploración. La Humanidad se quedó en un instante sin recursos psíquicos. Sin mentores supervivientes, las nuevas generaciones de psíquicos no podían obtener formación; para ello antes había que reconstruir todo el laborioso corpus de investigación de la Autoridad Psíquica, que acababa de ser destruida. Llevaría generaciones que surgieran mentores operativos entre quienes habían nacido con capacidades psíquicas.
No había tiempo para reproducir el entrenamiento necesario. Los Portales de Salto estaban muertos y los mundos del núcleo humano se derrumbaron con ellos. Las incontables colonias que dependían del género producido por los mundos agrícolas quedaron abocados a la hambruna en cuestión de meses. La gente, desesperada, asaltó los astilleros estelares; las convulsas luchas para hacerse con los pocos motores de salto que quedaban acabó con las instalaciones destruidas. Con la limitada capacidad de carga de las naves con motor de salto era imposible alimentar a mundos con millones de habitantes; sólo los Portales de Salto y sus enormes y lentos cargueros podían transportar la carga necesaria, pero estas naves eran demasiado grandes como para ser movidas con motores de salto... y de nada habría servido, porque pese a ello no habrían podido viajar con la velocidad necesaria.
Los ecos del desastre avanzaban. Las regiones fronterizas eran demasiado pobres y primitivas como para permitirse Portales de Salto, así que los mundos que quedaban en los bordes del espacio humano se vieron obligados a suministrar ellos mismos alimento y demás bienes a su población Algunos de estos mundos confiaron en pequeños cargamentos de suministros vitales que trajeron desde los mundos del núcleo. Estos desafortunados planetas perecieron cuando lo hicieron sus mundos metrópolis. Otros eran algo más autosuficientes, pero de entre ellos eran pocos los que contaban con los recursos necesarios para construir por su cuenta naves con motor de salto. Aquellos que sí podían hacerlo se esforzaron en ello, ya que su psitech quedó totalmente inútil y sus cargamentos de componentes vitales desde los planetas del núcleo se detuvieron.
El espacio humano había quedado reducido a un caos de mundos aislados. El viaje interestelar quedó limitado al puñado de naves con motor de salto cuyo mantenimiento a duras penas podía realizarse saqueando piezas de repuesto de otras naves y astilleros espaciales medio abandonados. Había comenzado el Silencio.
jueves, 2 de agosto de 2018
Estrellas incontables - Ambientación VII
La Segunda Oleada
Para entonces, la Segunda Oleada de colonización humana estaba en su plenitud. El desarrollo de los Portales de Salto permitió al Mandato Terrano proyectar su fuerza militar con mucha más facilidad, por lo que la prohibición de seguir con la expansión se había relajado bastante. En 2600 la frontera del espacio humano se extendía hasta casi 10 años de viaje con motor de salto desde la Tierra. Incluso después de llevar los Portales de Salto tan lejos como fue posible, una nave correo rápida con tecnología pretech tardaba un año en llegar a las colonias más lejanas.
Los Portales de Salto hicieron posible la salida masiva de colonos que huían de las ataduras anquilosantes de la estratificada sociedad terrana. Más de 4.000 millones de personas dejaron la Tierra a lo largo de la Segunda Oleada, muchos de ellos enviados con gusto por algunos gobiernos que estaban deseando perder de vista a sus sujetos más problemáticos. Hacia el final de la Segunda Oleada, el Mandato Terrano empezó a darse cuenta de que sencillamente no contaba con la mano de obra necesaria para controlar los mundos coloniales. Incluso con la abrumadora ventaja tecnológica de las flotas terranas, sencillamente había demasiadas colonias y demasiados colonos como para controlarlos directamente.
Las colonias también se percataron de ello, allá por 2450. Rara vez se daba una rebelión explícita contra el Mandato; era mucho más común una desobediencia paulatina. Los envíos de impuestos se hacían intermitentes hasta qeu deseaparecían del todo, y las órdenes del Mandato al principio se obedecían con poca pasión y finalmente no se acataban en absoluto. La flota del Mandato atacó a unos pocos de los reacios más valiosos, pero fueron acciones de retaguardia. El Mandato Terrano había crecido más allá de lo que podía mantener bajo control.
En el vacío salvaje de la frontera, se crearon armadas equipadas con motores de salto y pequeños reinos estelares para poner fin a antiguas rencillas entre ideologías, religiones y simples diferencias derivadas de la ambición. La investigación de tecnología para usos perversos (maltech) empezó a arraigarse en los mundos más aislados, llevando a cabo estudios prohibidos sobre IA descontroladas, nanotecnología replicante y armamento de destrucción planetaria. Algunos mundos empezaron a experimentar con la modificación genética humana más allá de lo permitido. Estas sectas eungenésicas buscaban la mejora general del legado genético humano pese alos terribles precios a pagar en forma de mutaciones aberrantes e inestabilidad. Las fuerzas del Perímetro del Mandato Terrano intentaban contener estas investigaciones pero lo habitual es que fueran pocos y con pocos recursos para hacer algo más que notificar los acontecimientos.
La Edad Dorada de la Humanidad ya empezaba a verse afectada tanto por las presiones de estos mundos problemáticos como por la senilidad del Mandato. El golpe de gracia aún estaba por llegar.
Para entonces, la Segunda Oleada de colonización humana estaba en su plenitud. El desarrollo de los Portales de Salto permitió al Mandato Terrano proyectar su fuerza militar con mucha más facilidad, por lo que la prohibición de seguir con la expansión se había relajado bastante. En 2600 la frontera del espacio humano se extendía hasta casi 10 años de viaje con motor de salto desde la Tierra. Incluso después de llevar los Portales de Salto tan lejos como fue posible, una nave correo rápida con tecnología pretech tardaba un año en llegar a las colonias más lejanas.
Los Portales de Salto hicieron posible la salida masiva de colonos que huían de las ataduras anquilosantes de la estratificada sociedad terrana. Más de 4.000 millones de personas dejaron la Tierra a lo largo de la Segunda Oleada, muchos de ellos enviados con gusto por algunos gobiernos que estaban deseando perder de vista a sus sujetos más problemáticos. Hacia el final de la Segunda Oleada, el Mandato Terrano empezó a darse cuenta de que sencillamente no contaba con la mano de obra necesaria para controlar los mundos coloniales. Incluso con la abrumadora ventaja tecnológica de las flotas terranas, sencillamente había demasiadas colonias y demasiados colonos como para controlarlos directamente.
Las colonias también se percataron de ello, allá por 2450. Rara vez se daba una rebelión explícita contra el Mandato; era mucho más común una desobediencia paulatina. Los envíos de impuestos se hacían intermitentes hasta qeu deseaparecían del todo, y las órdenes del Mandato al principio se obedecían con poca pasión y finalmente no se acataban en absoluto. La flota del Mandato atacó a unos pocos de los reacios más valiosos, pero fueron acciones de retaguardia. El Mandato Terrano había crecido más allá de lo que podía mantener bajo control.
En el vacío salvaje de la frontera, se crearon armadas equipadas con motores de salto y pequeños reinos estelares para poner fin a antiguas rencillas entre ideologías, religiones y simples diferencias derivadas de la ambición. La investigación de tecnología para usos perversos (maltech) empezó a arraigarse en los mundos más aislados, llevando a cabo estudios prohibidos sobre IA descontroladas, nanotecnología replicante y armamento de destrucción planetaria. Algunos mundos empezaron a experimentar con la modificación genética humana más allá de lo permitido. Estas sectas eungenésicas buscaban la mejora general del legado genético humano pese alos terribles precios a pagar en forma de mutaciones aberrantes e inestabilidad. Las fuerzas del Perímetro del Mandato Terrano intentaban contener estas investigaciones pero lo habitual es que fueran pocos y con pocos recursos para hacer algo más que notificar los acontecimientos.
La Edad Dorada de la Humanidad ya empezaba a verse afectada tanto por las presiones de estos mundos problemáticos como por la senilidad del Mandato. El golpe de gracia aún estaba por llegar.
Estrellas incontables - Ambientación VI
Pretech, Psitech y los Portales
Los investigadores de la Autoridad Psiónica (AP) han seguido con sus estudios. Oficialmente se atribuye los avances a unos pocos psíquicos que llevaron a cabo experimentos destructivos y peligrosos sobre sus propias mentes, pero las leyendas hablan de psíquicos delincuentes y Sem jóvenes rebeldes que fueron "animados" a cooperar en experimentos que acababan cobrándose su cordura o su vida.
En cualqueir caso la AP era capaz de formular nuevas técnicas de poder psíquico. Estas capacidades eran por lo general sutiles y extrañas: ajustes microscópicos de las constantes universales que permitían la fabricación de materiales y productos que eran sencillamente imposibles de crear con la tecnología limitada por las leyes físicas del mundo normal. Los átomos y las moléculas danzaban al son de la voluntad de estos fabricantes psíquicos y nuevos prodigios surgieron de las fábricas de la Humanidad.
La introducción de la fabricación psíquica marcó ei desarrollo de la "pretech", la alta ciencia artífice de la Edad Dorada de la Humanidad. Los artefactos pretech eran uno productos maravillosos, muchos de los cuales permitían llevar a cabo unas manipulaciones de la eneregía o de la ciencia material que bien podrían ser catalogadas de milagros. Los motores de salto con tecnología pretech duplicaron su alcance máximo. Las drogas y la biotecnología permitían que los humanos vivieran varios siglos con una salud espléndida antes de que que la edad se los acabara llevando.
No obstante, el mayor logro logro de la pretech fue el desarrollo de la "psitech", una compleja mezcla de componentes pretech psicofabricados y materiales psiónicamente activos. Los dispositivos psitech podían canalizar y amplificar las capacidades de un psíquico hasta unas cotas increíbles. La psitech nunca fue algo común, pero sí era normal encontrarla en las fábricas pretech.
Pero sin duda el mayor logro de la psitech fue el desarrollo de los Portales de Salto. Estos enormes anillos de resonadores psitech suspendidos el borde exterior de un sistema solar eran lo bastante anchos como para que a través de ellos pudieran pasar lentos cargueros espaciales que transportaban pesadas mercancías desde las órbitas planetaras. Con la ayuda de un coro de maestros psíquicos teleportadores, estas naves eran catapultadas a decenas de años luz a lo largo de la galaxia, volviendo a aparecer por otro Portal de Salto ubicado en su punto de destino. Las semanas o meses que antes eran necesarias para viajar con los motores de salto habían pasado a convertirse en unos pocos días.
Los Portales de Salto remplazaron con rapidez al viaje con motores de salto a lo largo de las regiones del núcleo del espacio humano. El único problema para que los Portales de Salto proliferaran era encontrar el número necesario de maestros teleportadores para dotarlos de energía, así como lo caros que eran los componentes que debían enviarse a mundos distantes incapaces de construir un Portal de Salto con sus propios medios. Para 2450, casi todos los planetas del núcleo y del Borde contaban con su Portal de Salto. El transporte masivo interestelar resultaba tan sencillo y barato que algunos mundos empezaron a especializarse, convirtiéndose en planetas agrícolas, mientras que otros dependían de las importaciones interestelares de alimentos.
En 2600 los motores de salto eran una tecnología anticuada y se empleaban de manera casi exclusiva a lo largo de la frontera del espacio humano donde o bien los Portales de Salto resultaban demasiado caros o bien las economías eran demasiado primitivas como para justificar su uso.
Los investigadores de la Autoridad Psiónica (AP) han seguido con sus estudios. Oficialmente se atribuye los avances a unos pocos psíquicos que llevaron a cabo experimentos destructivos y peligrosos sobre sus propias mentes, pero las leyendas hablan de psíquicos delincuentes y Sem jóvenes rebeldes que fueron "animados" a cooperar en experimentos que acababan cobrándose su cordura o su vida.
En cualqueir caso la AP era capaz de formular nuevas técnicas de poder psíquico. Estas capacidades eran por lo general sutiles y extrañas: ajustes microscópicos de las constantes universales que permitían la fabricación de materiales y productos que eran sencillamente imposibles de crear con la tecnología limitada por las leyes físicas del mundo normal. Los átomos y las moléculas danzaban al son de la voluntad de estos fabricantes psíquicos y nuevos prodigios surgieron de las fábricas de la Humanidad.
La introducción de la fabricación psíquica marcó ei desarrollo de la "pretech", la alta ciencia artífice de la Edad Dorada de la Humanidad. Los artefactos pretech eran uno productos maravillosos, muchos de los cuales permitían llevar a cabo unas manipulaciones de la eneregía o de la ciencia material que bien podrían ser catalogadas de milagros. Los motores de salto con tecnología pretech duplicaron su alcance máximo. Las drogas y la biotecnología permitían que los humanos vivieran varios siglos con una salud espléndida antes de que que la edad se los acabara llevando.
No obstante, el mayor logro logro de la pretech fue el desarrollo de la "psitech", una compleja mezcla de componentes pretech psicofabricados y materiales psiónicamente activos. Los dispositivos psitech podían canalizar y amplificar las capacidades de un psíquico hasta unas cotas increíbles. La psitech nunca fue algo común, pero sí era normal encontrarla en las fábricas pretech.
Pero sin duda el mayor logro de la psitech fue el desarrollo de los Portales de Salto. Estos enormes anillos de resonadores psitech suspendidos el borde exterior de un sistema solar eran lo bastante anchos como para que a través de ellos pudieran pasar lentos cargueros espaciales que transportaban pesadas mercancías desde las órbitas planetaras. Con la ayuda de un coro de maestros psíquicos teleportadores, estas naves eran catapultadas a decenas de años luz a lo largo de la galaxia, volviendo a aparecer por otro Portal de Salto ubicado en su punto de destino. Las semanas o meses que antes eran necesarias para viajar con los motores de salto habían pasado a convertirse en unos pocos días.
Los Portales de Salto remplazaron con rapidez al viaje con motores de salto a lo largo de las regiones del núcleo del espacio humano. El único problema para que los Portales de Salto proliferaran era encontrar el número necesario de maestros teleportadores para dotarlos de energía, así como lo caros que eran los componentes que debían enviarse a mundos distantes incapaces de construir un Portal de Salto con sus propios medios. Para 2450, casi todos los planetas del núcleo y del Borde contaban con su Portal de Salto. El transporte masivo interestelar resultaba tan sencillo y barato que algunos mundos empezaron a especializarse, convirtiéndose en planetas agrícolas, mientras que otros dependían de las importaciones interestelares de alimentos.
En 2600 los motores de salto eran una tecnología anticuada y se empleaban de manera casi exclusiva a lo largo de la frontera del espacio humano donde o bien los Portales de Salto resultaban demasiado caros o bien las economías eran demasiado primitivas como para justificar su uso.
Estrellas incontables - Ambientación V
Primeros contactos
Al tiempo que la AP llegaba a casi todos los rincones del espacio humano, nuestra especie dejó de estar sola en el cosmos. Los descubrimientos de una Humanidad en expansión fueron más allá de las ruinas vacías en varios mundos habitables. Las Razas Jóvenes, como los Kont y los Ualub fueron hallados en sus mundos ancestrales, avanzando de manera diligente hacia las tecnologías de la Edad del Bronce. Algunas especies parecían ser los restos decadentes de un antiguo imperio, como por ejemplo el puñado de planetas exhaustos que albergaban a la cansada raza de los Mettau y sus ciudades de cristal danzante. Esta Raza Antigua tuvo su época de esplendor hace decenas de miles o cientos de miles de años, pero cayó presa de las luchas intestinas, la experimentación jactanciosa o el simple tedio cultural.
Algunas de las razas alienígenas eran fuertes y vigorosas, pese a estar viviendo su propia juventud tecnológica. Se desarrollaron unas pocas guerras de frontera bastante rápidas, que en la mayoría de casos se saldaron con la victoria humana; cuando hubo derrotas lo único que se perdieron fueron unos pocos planetas que se encontraban demasiado cerca del enemigo. No obstante, lo más común era que estas razas alcanzaran incómodos acuerdos comerciales con la Humanidad, merced a los cuales se intercambiaban muestras de exraña tecnología y arte alienígenas a cambio de conocimientos científicos.
La mayoría de razas alienígenas conscientes que la Humanidad descubrió compartían unas apariencia más o menos humanoide; los xenobiólogos los llamaron "los Parecidos". Aún existe cierta controversia sobre el hecho de que parece que la forma humanoide prevalece entre las especies alienígenas. Algunos científicos afirman que se debe a que la forma humanoide es una de las más eficientes para la expresión de la consciencia. Otros creen que esta explicación es demasiado simplista, y creen que las formas humanoides son las más adecuadas para el tipo de biomas habitables por el ser humano, que son los que más interesan a los exploradores humanos. Cuando la exploración avance podremos encontrar formas de vida supercondensadas que habiten en los núcleos de planetas gigantes gaseosos, o cúmulos de redes basadas en el hidrógeno flotando en la oscuridad que hay entre las estrellas.
Algunas especies no se asemejan en nada a la forma humana. Conocidos como "los Otros", algunos son compuestos de silicio o de tierra alienígena, como los Litomorfos y sus naves planetoides. Otros son cúmulos de numerosas burbujas atmosféricas, o patrones conscientes de alteración que se desarrollan en los océanos de amoniaco de un mundo líquido. A los humanos los Otros les resultan demasiado diferentes en mentalidad y necesidades como para comunicarse con ellos, y viceversa. Los actos de violencia de los Otros son inexplicables y aparentemente aleatorios; sus propósitos desafían el entendimiento humano. Los psíquicos que intentan conectar su mente a la de uno de los Otros pone en peligro su cordura al exponerse a oleadas de conocimiento totalmente distinto a los pensamientos que puede desarrollar un cerebro orgánico.
Al tiempo que la AP llegaba a casi todos los rincones del espacio humano, nuestra especie dejó de estar sola en el cosmos. Los descubrimientos de una Humanidad en expansión fueron más allá de las ruinas vacías en varios mundos habitables. Las Razas Jóvenes, como los Kont y los Ualub fueron hallados en sus mundos ancestrales, avanzando de manera diligente hacia las tecnologías de la Edad del Bronce. Algunas especies parecían ser los restos decadentes de un antiguo imperio, como por ejemplo el puñado de planetas exhaustos que albergaban a la cansada raza de los Mettau y sus ciudades de cristal danzante. Esta Raza Antigua tuvo su época de esplendor hace decenas de miles o cientos de miles de años, pero cayó presa de las luchas intestinas, la experimentación jactanciosa o el simple tedio cultural.
Algunas de las razas alienígenas eran fuertes y vigorosas, pese a estar viviendo su propia juventud tecnológica. Se desarrollaron unas pocas guerras de frontera bastante rápidas, que en la mayoría de casos se saldaron con la victoria humana; cuando hubo derrotas lo único que se perdieron fueron unos pocos planetas que se encontraban demasiado cerca del enemigo. No obstante, lo más común era que estas razas alcanzaran incómodos acuerdos comerciales con la Humanidad, merced a los cuales se intercambiaban muestras de exraña tecnología y arte alienígenas a cambio de conocimientos científicos.
La mayoría de razas alienígenas conscientes que la Humanidad descubrió compartían unas apariencia más o menos humanoide; los xenobiólogos los llamaron "los Parecidos". Aún existe cierta controversia sobre el hecho de que parece que la forma humanoide prevalece entre las especies alienígenas. Algunos científicos afirman que se debe a que la forma humanoide es una de las más eficientes para la expresión de la consciencia. Otros creen que esta explicación es demasiado simplista, y creen que las formas humanoides son las más adecuadas para el tipo de biomas habitables por el ser humano, que son los que más interesan a los exploradores humanos. Cuando la exploración avance podremos encontrar formas de vida supercondensadas que habiten en los núcleos de planetas gigantes gaseosos, o cúmulos de redes basadas en el hidrógeno flotando en la oscuridad que hay entre las estrellas.
Algunas especies no se asemejan en nada a la forma humana. Conocidos como "los Otros", algunos son compuestos de silicio o de tierra alienígena, como los Litomorfos y sus naves planetoides. Otros son cúmulos de numerosas burbujas atmosféricas, o patrones conscientes de alteración que se desarrollan en los océanos de amoniaco de un mundo líquido. A los humanos los Otros les resultan demasiado diferentes en mentalidad y necesidades como para comunicarse con ellos, y viceversa. Los actos de violencia de los Otros son inexplicables y aparentemente aleatorios; sus propósitos desafían el entendimiento humano. Los psíquicos que intentan conectar su mente a la de uno de los Otros pone en peligro su cordura al exponerse a oleadas de conocimiento totalmente distinto a los pensamientos que puede desarrollar un cerebro orgánico.
Estrellas incontables - Ambientación IV
El SEM y la Autoridad Psiónica
Fue durante el apogeo de la Primera Oleada, en 2240, cuando entre los hijos de los tripulantes de las naves espaciales aparecieron los primeros casos de un nuevo y aterrador síndrome. Uno de cada 10.000 niños mostraba extraños e inexplicables poderes. En algún momento cercano a la pubertad se manifestaban unas capacidades que iban desde la visión intuitiva del futuro inmediato a una inusitada capacidad de lectura del pensamiento o poderes de teleportación hiperlumínica. Los niños que utilizaban estas capacidades sufrían invariablemente un daño neurológico progresivo y permanente que les llevaba o bien a la muerte o bien a la locura definitiva. La única manera de librarse de estos efectos era evitar por completo el uso de esos poderes.
Llamado Síndrome de Extroversión Metadimensional, o SEM, los sujetos que lo padecían eran reunidos para llevar a cabo extensos exámenes y pruebas. A los padres les decían que sus hijos ibana a aprender a controlar y reprimir sus capacidades, pero la mayoría de investigadores modernos creen que muchos de esos niños fueron empleados como conejillos de indias en terribles experimentos para cuantificar este nuevo poder. En cualquier caso, los científicos pronto descubrieron que los llamados "Sem" en realidad actuaban como canales vivientes para las oleadas de energía metadimensional.
Los Sem podían moldear y enfocar este poder a través de sus sendas neuronales. La carne no estaba preparada para soportar el tipo de energías que bullían a través de los Sem, por lo que el uso del poder hacía que las sendas neuronales quedaran arrasadas o quemadas por completo. Cada prueba era destructiva. La única duda que había era qué le ocurriría primero al Sem que usaba estos poderes: si moriría o si se volvería loco. Los científicos descubrieron también que una vez las energías habían destruido la mente de la víctima, las sendas cerebrales carbonizadas ya no volvían a sufrir más daño. Estos Sem locos, llamados salvajes, podían usar sus poderes con total impunidad, y solían hacerlo.
No fue hasta 2275 que estos oscuros estudios acabaron dando sus frutos. Era imposible evitar que la mente de los Sem sufriera daños, pero mediante programas individualizados de meditación, concentración y entrenamiento mental, se logró conducir el daño a zonas menos críticas del cerebro. Un psíquico con el entrenamiento adecuado podía emplear sus poderes durante mucho tiempo antes de que la carga amenazara con desbordar sus canales existentes, lo cual hacía que tuviera que descansar para recuperarse.
Para llevar a cabo estos programas de estudio eran necesario un mentor psíquico experimentado que tomara el currículo básico y lo adaptara a la secuencia correcta de meditaciones para un alumno en concreto. Pese a los grandes esfuerzos de los investigadores, resultó imposible impartir estas enseñanzas por medios estandarizados de formación. Para educar a los nuevos psíquicos era imprescindible la figura de un tutor metapsíquico con la preparación adecuada en protocolos de entrenamiento.
Con la intención de controlar la disponibilidad de mentores psíquicos, el Mandato Terrano fundó la Autoridad Psiónica (AP). La AP se convirtió en una organización silenciosa pero omnipresente en todo el espacio humano, tomando bajo su cargo a los jóvenes Sem con el fin de entrenarlos. La rareza de los Sem hacía que los psíquicos fueran vistos de manera habitual como figuras misteriosas y espeluznantes. Los psíquicos podían hacer grandes sumas de dinero con sus poderes, pero muchos mundos establecieron restricciones muy rígidas a la actividad psíquica... para a continuación, en muchos casos, contratar a psíquicos patrocinados por el gobierno, que estaban exentos de dichas restricciones.
Estrellas incontables - Ambientación III
Las restricciones y el Mandato
Los gobiernos de la Tierra estaban cada vez más preocupados por los colonos más alejados. El motor de salto más rápido no tardaba menos de cuatro meses en alcanzar los mundos del Borde. Enviar una fuerza militar a esa distancia sólo estaba al alcance de las naciones más poderosas. En vez de permitir que las colonias escaparan a su control, las grandes potencias de la Tierra acordaron crear el Mandato Terrano, una organización dedicada a vigilar el espacio humano y a ejercer la autoridad de los gobiernos de la Tierra en los mundos colonia más remotos.
Más aún, se prohibió la expansión hacia los mundos más allá de lo que en aquel momento era el Borde. Los grupos, cultos y microculturas disidentes fueron conminados a vivir dentro de las fronteras establecidas y se les prohibió colonozar mundos por su cuenta, argumentando para ello razones de "armonía social" y "seguridad interestelar". No fueron pocos los grupos que desafiaron al nuevo Mandato buscaron mundos más allá del alcance de éste en la lejana oscuridad. Privados de sus fuentes habituales de financiación y recursos, de muchos de ellos no volvió a saberse nada.
Incluso con estos nuevos límites, el Mandato Terrano pasó muchos apuros para contener los mundos coloniales. No había muchas luchas reales entre las colonias, pues pocas de ellas contaban con naves o personas de las que pudieran prescindir, pero aquí y allí los grupos disidentes más fanáticos o los ideólogos más obcecados no podían soportar vivir en paz con sus vecinos. El Mandato mantuvo una especie de disciplina laxa sobre los mundos del Borde, pero hacia el año 2260 el control directo era, por usar un eufemismo, tenue.
Los gobiernos de la Tierra estaban cada vez más preocupados por los colonos más alejados. El motor de salto más rápido no tardaba menos de cuatro meses en alcanzar los mundos del Borde. Enviar una fuerza militar a esa distancia sólo estaba al alcance de las naciones más poderosas. En vez de permitir que las colonias escaparan a su control, las grandes potencias de la Tierra acordaron crear el Mandato Terrano, una organización dedicada a vigilar el espacio humano y a ejercer la autoridad de los gobiernos de la Tierra en los mundos colonia más remotos.
Más aún, se prohibió la expansión hacia los mundos más allá de lo que en aquel momento era el Borde. Los grupos, cultos y microculturas disidentes fueron conminados a vivir dentro de las fronteras establecidas y se les prohibió colonozar mundos por su cuenta, argumentando para ello razones de "armonía social" y "seguridad interestelar". No fueron pocos los grupos que desafiaron al nuevo Mandato buscaron mundos más allá del alcance de éste en la lejana oscuridad. Privados de sus fuentes habituales de financiación y recursos, de muchos de ellos no volvió a saberse nada.
Incluso con estos nuevos límites, el Mandato Terrano pasó muchos apuros para contener los mundos coloniales. No había muchas luchas reales entre las colonias, pues pocas de ellas contaban con naves o personas de las que pudieran prescindir, pero aquí y allí los grupos disidentes más fanáticos o los ideólogos más obcecados no podían soportar vivir en paz con sus vecinos. El Mandato mantuvo una especie de disciplina laxa sobre los mundos del Borde, pero hacia el año 2260 el control directo era, por usar un eufemismo, tenue.
Estrellas incontables - Ambientación II
La primera oleada
De la noche a la mañana, las naciones de la Tierra emprendieron una carrera frenética en la construcción de naves equipadas con motores de salto. Los problemas locales pasaron a un segundo término: las disputas por un poco de tierra o de petróleo parecían algo trivial comparadas con las riquezas que aguardaban en el cielo.
Las primeras exploraciones revelaron que los motores de salto tenían un alcance máximo antes de que los efectos corrosivos del entorno metadimensional degradaran sus cúpulas protectoras. Para alcanzar los cuerpos estelares lejanos era necesario saltar de estrella en estrella. En el curso de esas exploraciones se descubrieron numerosos y exóticos cuerpos planetarios. El primer planeta habitable por humanos se descubrió en 2113. Era una bola de barro estéril con una atmósfera rica en oxígeno. Llamado Renacimiento por sus descubridores de la Gran Europa, su descubrimiento hizo que las demás naciones de la Tierra acrecentaran su codicia exploratoria.
Las naves de exploración pan-indias descubrieron el primer planeta con formas de vida propias en 2150. La sopa primigenia que cubría la superficie del mundo acuático de Pranashakti sirvió como sujeto de estudio a toda una generación de xenobiólogos. La excitación sólo se vio superada por el descubrimiento por parte de una nave de reconocimiento estadounidense de unas antiguas ruinas alienígenas en la luna Tifón, satélite cubierto de nieblas. Sus constructores desaparecieron hace más de 40.000 años, pero los exiguos restos mostraban evidencias de una cultura tecnológicamente sofisticada que contaba con una anatomía humanoide no muy distinta de la humana.
Durante esta Primera Oleada de colonización, la Humanidad se expandió a paso firme desde los verdes prados de la Tierra. En 2220 la mayoría de mundos habitables dentro de un año de viaje con motor de salto contaban con al menos un puñado de habitantes humanos. Numerosos grupos escindidos de formaciones políticas y religiosas partieron hacia los cielos cuando la minería de asteroides puso el precio de las naves equipadas con motor de salto al alcance de las grandes corporaciones. La Humanidad estaba creciendo más allá del alcance de sus líderes.
De la noche a la mañana, las naciones de la Tierra emprendieron una carrera frenética en la construcción de naves equipadas con motores de salto. Los problemas locales pasaron a un segundo término: las disputas por un poco de tierra o de petróleo parecían algo trivial comparadas con las riquezas que aguardaban en el cielo.
Las primeras exploraciones revelaron que los motores de salto tenían un alcance máximo antes de que los efectos corrosivos del entorno metadimensional degradaran sus cúpulas protectoras. Para alcanzar los cuerpos estelares lejanos era necesario saltar de estrella en estrella. En el curso de esas exploraciones se descubrieron numerosos y exóticos cuerpos planetarios. El primer planeta habitable por humanos se descubrió en 2113. Era una bola de barro estéril con una atmósfera rica en oxígeno. Llamado Renacimiento por sus descubridores de la Gran Europa, su descubrimiento hizo que las demás naciones de la Tierra acrecentaran su codicia exploratoria.
Las naves de exploración pan-indias descubrieron el primer planeta con formas de vida propias en 2150. La sopa primigenia que cubría la superficie del mundo acuático de Pranashakti sirvió como sujeto de estudio a toda una generación de xenobiólogos. La excitación sólo se vio superada por el descubrimiento por parte de una nave de reconocimiento estadounidense de unas antiguas ruinas alienígenas en la luna Tifón, satélite cubierto de nieblas. Sus constructores desaparecieron hace más de 40.000 años, pero los exiguos restos mostraban evidencias de una cultura tecnológicamente sofisticada que contaba con una anatomía humanoide no muy distinta de la humana.
Durante esta Primera Oleada de colonización, la Humanidad se expandió a paso firme desde los verdes prados de la Tierra. En 2220 la mayoría de mundos habitables dentro de un año de viaje con motor de salto contaban con al menos un puñado de habitantes humanos. Numerosos grupos escindidos de formaciones políticas y religiosas partieron hacia los cielos cuando la minería de asteroides puso el precio de las naves equipadas con motor de salto al alcance de las grandes corporaciones. La Humanidad estaba creciendo más allá del alcance de sus líderes.
miércoles, 1 de agosto de 2018
Estrellas incontables - Ambientación I
En el principio...
Año 2108. El Dr. Tiberuis Crohn tenía su red de laboratorios y fábricas en el norte de Groenlandia. Era un científico terriblemente fanático que provocaba la hilaridad entre sus colegas científicos debido a sus continuas y absurdas afirmaciones.
Gracias a su talento consiguió los componentes y recursos necesarios para establecer su laboratorio en las regiones salvajes de Groenlandia, en una zona afectada por la radioactividad, no muy lejos de la zona de impacto de un misil de la guerra ruso-europea. Dicha radiación enmascaró las peculiares emisiones de sus unidades de prueba. En 2108 su trabajo dio por fin frutos. Crohn había inventado el motor de salto, un motor con el que alcanzar velocidades más rápidas que las de la luz (FTL, "Faster Than Light") que podrían llevar a la Humanidad a las estrellas.
Aún hoy, mil años después, los investigadores siguen preguntándose cómo Crohn logró concebir los cálculos y teorías sobre los que se sustentaba la creación del motor de salto. Las teorías sobre "influencia extraterrestre" fueron desmentidas por los posteriores historiadores del Mandato, pero los rumores de esos "mentores" siguen alimentando las leyendas espaciales.
Algunos de los axiomas y teorías involucrados en el desarrollo del motor de salto asumían ciertas cuestiones sobre la estructura del Universo que hicieron surgir al menos una docena de nuevas religiones en los 200 años siguientes al descubrimiento. El motor de salto era una ventana hacia un universo mucho más vasto y extraño de lo que los científicos habían creído posible.
Mediante un delicado giro gravitatorio del sustrato universal que hay tras cada nave, el motor de salto hacía que ésta fuera "catapultada" a través de un espectro de frecuencias dimensionales. La nave se desvanecía del mundo corriente y "lumínico" para ser impulsada hacia las metadimensiones. Esos rudimentarios reinos de vastas corrientes de energía y masas informes resultaban extremadamente hostiles para las naves que no estaban preparadas, pero sus corrientes gravitatorias podían impulsarlas a velocidades imposibles en el universo mundano. Los objetos con suficiente masa, como las estrellas, proyectan una "sombra" en esas metadimensiones, convirtiéndose tanto en balizas de navegación como en puntos de ancla que permiten el tránsito a través del espectro dimensional. Mientras un motor de salto contara con una estrella para catapultarse y otra como punto de destino, podía discurrir por las corrientes metadimensionales en una vertiginosa carrera a velocidades hiperlumínicas.
El primer viaje a lo largo de una de esas rutas siempre era el más peligroso. Los mapas de las corrientes metadimensionales no estaban trazados y un navegante debía realizar constantes correcciones de rumbo con la esperanza de encontrar una corriente que le pusiera en ruta antes de que la burbuja protectora del motor de salto se rompiera en el entorno metadimensional.
Una vez se completaba el primer viaje, la ruta seguida podía compartirse con otras naves. Mientras hubiera un tráfico habitual a lo largo de una ruta, cualquier cambio en las corrientes podía registrarse. Sin embargo, si una ruta caía en desuso durante demasiado tiempo, el lento cambio de las corrientes podía hacer que las rutas registradas fueran poco menos que inútiles, por lo que se necesitaba que una valiente tripulación trazara una ruta totalmente nueva.
Crohn anunció su descubrimiento al mundo con el lanzamiento de su laboratorio espacial desde la zona de Groenlandia. Disversas plataformas orbitales de armas intentaron derribarlo, pero el motor de salto dotaba a la nave de una maniobrabilidad anómala que los algoritmos de seguimiento eran incapaces de comprender. Las estaciones de observación de la Tierra siguieron la nave de Crohn hasta el borde del sistema solar, tomando buena nota de su impensable velocidad. En el propio borde del Sistema Solar los sensores detectaron una extraña sobrecarga gravítica; acto seguido, la nave desapareció.
Crohn regresó trece días después, emitiendo una señal de radio que no sólo incluía datos de Alpha Centauri que sólo podían haberse obtenido mediante la observación directa, sino que también incluía los datos necesarios para la construcción del motor de salto. Ambos contenidos no dejaban lugar a la duda: el viejo loco de Crohn realmente lo había conseguido.
Incluso hoy nadie está totalmente seguro de cómo lo logró. Un prototipo de motor de salto necesitaría seis días de viaje metadimensional para llegar a Alpha Centauri y emerger en el espacio mundano. Crohn afirmó que viajaba solo en la nave, pero para ello habría necesitado estar despierto y navegando por una ruta no cartografiada durante seis días seguidos, todo ello sin experiencia previa. El credo que más tarde sería conocido como El Libro del Cielo se refiere a este hecho como "El Viaje a la Noche del Profeta Tiberius" y lo considera el hecho fundacional de su fe.
El propio Tiberius volvió a zambullirse en el metaespacio cuando terminó de enviar su transmisión. Jamás se le volvió a ver. Hasta hoy, se sabe de la existencia de trece sectas religiosas que están convencidas de que se trasladó directamente ante la presencia de Dios como recompensa apropiada para quien abrió el camino a las estrellas.
Año 2108. El Dr. Tiberuis Crohn tenía su red de laboratorios y fábricas en el norte de Groenlandia. Era un científico terriblemente fanático que provocaba la hilaridad entre sus colegas científicos debido a sus continuas y absurdas afirmaciones.
Gracias a su talento consiguió los componentes y recursos necesarios para establecer su laboratorio en las regiones salvajes de Groenlandia, en una zona afectada por la radioactividad, no muy lejos de la zona de impacto de un misil de la guerra ruso-europea. Dicha radiación enmascaró las peculiares emisiones de sus unidades de prueba. En 2108 su trabajo dio por fin frutos. Crohn había inventado el motor de salto, un motor con el que alcanzar velocidades más rápidas que las de la luz (FTL, "Faster Than Light") que podrían llevar a la Humanidad a las estrellas.
Aún hoy, mil años después, los investigadores siguen preguntándose cómo Crohn logró concebir los cálculos y teorías sobre los que se sustentaba la creación del motor de salto. Las teorías sobre "influencia extraterrestre" fueron desmentidas por los posteriores historiadores del Mandato, pero los rumores de esos "mentores" siguen alimentando las leyendas espaciales.
Algunos de los axiomas y teorías involucrados en el desarrollo del motor de salto asumían ciertas cuestiones sobre la estructura del Universo que hicieron surgir al menos una docena de nuevas religiones en los 200 años siguientes al descubrimiento. El motor de salto era una ventana hacia un universo mucho más vasto y extraño de lo que los científicos habían creído posible.
Mediante un delicado giro gravitatorio del sustrato universal que hay tras cada nave, el motor de salto hacía que ésta fuera "catapultada" a través de un espectro de frecuencias dimensionales. La nave se desvanecía del mundo corriente y "lumínico" para ser impulsada hacia las metadimensiones. Esos rudimentarios reinos de vastas corrientes de energía y masas informes resultaban extremadamente hostiles para las naves que no estaban preparadas, pero sus corrientes gravitatorias podían impulsarlas a velocidades imposibles en el universo mundano. Los objetos con suficiente masa, como las estrellas, proyectan una "sombra" en esas metadimensiones, convirtiéndose tanto en balizas de navegación como en puntos de ancla que permiten el tránsito a través del espectro dimensional. Mientras un motor de salto contara con una estrella para catapultarse y otra como punto de destino, podía discurrir por las corrientes metadimensionales en una vertiginosa carrera a velocidades hiperlumínicas.
El primer viaje a lo largo de una de esas rutas siempre era el más peligroso. Los mapas de las corrientes metadimensionales no estaban trazados y un navegante debía realizar constantes correcciones de rumbo con la esperanza de encontrar una corriente que le pusiera en ruta antes de que la burbuja protectora del motor de salto se rompiera en el entorno metadimensional.
Una vez se completaba el primer viaje, la ruta seguida podía compartirse con otras naves. Mientras hubiera un tráfico habitual a lo largo de una ruta, cualquier cambio en las corrientes podía registrarse. Sin embargo, si una ruta caía en desuso durante demasiado tiempo, el lento cambio de las corrientes podía hacer que las rutas registradas fueran poco menos que inútiles, por lo que se necesitaba que una valiente tripulación trazara una ruta totalmente nueva.
Crohn anunció su descubrimiento al mundo con el lanzamiento de su laboratorio espacial desde la zona de Groenlandia. Disversas plataformas orbitales de armas intentaron derribarlo, pero el motor de salto dotaba a la nave de una maniobrabilidad anómala que los algoritmos de seguimiento eran incapaces de comprender. Las estaciones de observación de la Tierra siguieron la nave de Crohn hasta el borde del sistema solar, tomando buena nota de su impensable velocidad. En el propio borde del Sistema Solar los sensores detectaron una extraña sobrecarga gravítica; acto seguido, la nave desapareció.
Crohn regresó trece días después, emitiendo una señal de radio que no sólo incluía datos de Alpha Centauri que sólo podían haberse obtenido mediante la observación directa, sino que también incluía los datos necesarios para la construcción del motor de salto. Ambos contenidos no dejaban lugar a la duda: el viejo loco de Crohn realmente lo había conseguido.
Incluso hoy nadie está totalmente seguro de cómo lo logró. Un prototipo de motor de salto necesitaría seis días de viaje metadimensional para llegar a Alpha Centauri y emerger en el espacio mundano. Crohn afirmó que viajaba solo en la nave, pero para ello habría necesitado estar despierto y navegando por una ruta no cartografiada durante seis días seguidos, todo ello sin experiencia previa. El credo que más tarde sería conocido como El Libro del Cielo se refiere a este hecho como "El Viaje a la Noche del Profeta Tiberius" y lo considera el hecho fundacional de su fe.
El propio Tiberius volvió a zambullirse en el metaespacio cuando terminó de enviar su transmisión. Jamás se le volvió a ver. Hasta hoy, se sabe de la existencia de trece sectas religiosas que están convencidas de que se trasladó directamente ante la presencia de Dios como recompensa apropiada para quien abrió el camino a las estrellas.
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